Zona del cuerpo diagnosticada:
Interior de las articulaciones y los tejidos envolventes (cartílagos y ligamentos)
Información:
La artoscopia es un método diagnóstico utilizado en traumatología para observar la estructura interna de determinadas articulaciones. Las más habituales son rodillas, tobillo y hombro, y en menor número cadera, codo y muñeca. Es un método que también permite realizar tratamientos, como son las infiltraciones de corticoides para disminuir los dolores provocados por artrosis, o de fármacos regeneradores de cartílago.
Es una prueba que nos aporta más información de la que podemos obtener mediante rayos X, TAC o resonancia magnética. Es por ello que es útil su solicitud en aquellos casos en los que dichos métodos no aporten un resultado concluyente ya que permite:
Detectar problemas articulares que afecten al cartílago y/o a los ligamentos.
Recoger biopsias para su posterior análisis.
Detectar la presencia de cuerpos extraños en el interior de la articulación.
Reparar ligamentos y cartílagos.
Extirpar tejidos óseos anómalos.
Descripción:
Antes de realizar la prueba, se ha de informar al médico si se encuentra en alguna de las siguientes situaciones, ya que todas ellas pueden dificultar la visualización de la artroscopia:
Si el paciente presenta antecedentes de artritis.
Si el paciente padece algún trastorno hemorrágico o de si lo ha padecido con anterioridad.
Si se le ha practicado alguna prueba radiológica con medios de contraste en la misma articulación en los diez días anteriores.
¿Cómo se realiza la prueba?
Primero se elimina el vello de la zona que rodea la articulación y se aplica una solución antiséptica. En casos necesarios, se aplicará anestesia local o general, dependiendo del tipo de intervención y de la articulación a tratar. Aunque no es un método agresivo ni excesivamente doloroso, la anestesia es útil, en muchos casos, para mantener relajado al paciente. Cuando la articulación que se va a observar sea grande, es posible aplicar un torniquete para controlar el flujo sanguíneo y así disminuir el riesgo de hemorrágias.
Se suelen realizar dos incisiones, una a cada lado de la articulación. Por una de ellas se introduce el artroscopio, un aparato minúsculo dotado de una fuente de luz y una cámara, la cual nos dará imágenes a un monitor. Es posible que la imagen no sea clara al principio, es por ello que previamente a introducir el artroscopio se inyectará una solución de suero fisiológico para expandir la zona o para limpiarla de residuos y de sangre.
Si se han de realizar otras operaciones, como una biopsia o un tratamiento quirúrgico, se utilizará el segundo orificio para introducir el instrumental adecuado.
La duración de la prueba puede ir desde los quince minutos hasta la hora, dependiendo de si se realizan otras operaciones. Una vez finalizada, el paciente deberá dejar en reposo la articulación durante algunos días, manteniéndola en una posición elevada y procurando cambiar de postura regularmente para evitar la contracción de la articulación. Si se ha utilizado anestesia general, o si el paciente es de edad avanzada, puede ser necesaria su hospitalización durante un par de días. Los puntos de sutura se retiraran pasados unos diez días, aproximadamente.
¿Existen riesgos?
Los riesgos a tener en cuenta durante la prueba, son los siguientes:
Hemorragias en el interior de la articulación en los casos en los que se practique alguna intervención quirúrgica.
Formación de coágulos.
Infecciones, aunque son poco frecuentes.
Lesión de los nervios adyacentes, aunque es poco frecuente.
Rara vez, síndrome compartimental (pérdida de la sensibilidad y de la capacidad motora de la rodilla o de la pantorrilla provocada por una hemorragia, edema o inflamación).
En los días posteriores a la prueba, el paciente puede sentir dolor en la incisión, así como inflamación. Para calmar estas molestias el médico le aconsejará tratarse con analgésicos y aplicar hielo sobre la articulación. En los casos en los que se haya practicado algún tipo de cirugía, el tiempo de recuperación será mayor, y se le podrán recomendar algunas sesiones de rehabilitación.