Zona del cuerpo diagnosticada:
Cuello del útero
Información:
Análisis de un fragmento del cuello del útero para confirmar la presencia o no de células precancerosa.
Descripción:
Cuando en una citología vaginal se detecta algún tipo de alteración celular, es necesario realizar una biopsia para establecer el diagnostico con certeza. Es un método diagnóstico útil para determinar:
La presencia de lesiones malignas o premalignas.
La presencia de hemorragias vaginales prolongadas o irregulares.
La aparición de patrones anormales de los vasos sanguíneos.
Analizar placas blanquecinas en el cuello del útero, así como zonas inflamadas, erosionadas o atrofiadas.
A diferencia de la citología, la biopsia no es una prueba de rutina en el chequeo ginecológico, debido a que es algo más compleja y requiere de más tiempo.
¿Cómo se realiza la prueba?
Antes de la prueba, la paciente deberá cumplir estos requisitos:
No haber mantenido relaciones sexuales en las 24 horas anteriores.
Evitar el uso de tampones y de lavados vaginales.
No tener el periodo el día de la prueba.
La paciente se tumba con las piernas separadas y apoyadas en los soportes de la camilla (posición ginecológica). Es importante que esté lo más relajada posible para facilitar la manipulación ginecológica y evitar toda sensación de malestar. Primero, el médico introduce un dispositivo dotado de un sistema óptico para iluminar la zona llamado colposcopio. Algunos modelos pueden incluir también una cámara para ver las imágenes del aparato genital en un monitor. Posteriormente, se procede a limpiar la zona de moco vaginal para poder diferenciar bien las áreas normales de las anómalas. También es posible aplicar previamente un colorante para ayudar en esta tarea. El colorante tiñe el tejido sano, de forma que el tejido que se observe teñido de forma irregulare o que no lo haya hecho será el sospechoso de estudio. Por último, y con la ayuda de un pequeño fórceps, se extirpa un pequeño fragmento de la zona para analizar sus células.
¿Existen riesgos?
Las complicaciones que puedan surgir son poco frecuentes y no revisten gravedad. Lo más común es una pequeña hemorragia en el lugar de la biopsia, pero que se controla en el momento de realizarla mediante compresión en ese punto.
La paciente deberá evitar mantener relaciones sexuales y el uso de tampones y duchas vaginales durante la primera semana tras someterse a la prueba, ya que podrían provocarse pequeñas hemorragia.