Angiografía (arteriografía y venografía)

Imagen radiológica de una angiografia cerebral

Zona del cuerpo diagnosticada:

Sistema circulatorio (vasos sanguíneos y arterias).

Descripción:

Es el estudio radiológico del interior del sistema circulatorio mediante la inyección de un medio de contraste.

Información:

La angiografía, también conocida como arteriografía, (cuando el estudio se realiza sobre una arteria), o venografía, (cuando el estudio se realiza sobre una vena), es un método de diagnóstico que combina técnicas de observación radiológicas con el uso de una sustancia de contraste a través del sistema circulatorio. La metodología consiste en inyectar la sustancia de contraste en el vaso que se precise estudiar (arteria o vena) y, transcurrido el tiempo necesario para que dicha sustancia recorra el vaso en toda su extensión, se podrán obtener imágenes a través de un aparato de rayos X que determinaran el estado en que se encuentra la circulación en dicho vaso, y si existen o no anomalías en su estructura.

Es un método de diagnóstico que proporciona un alto grado de detalle y que permite estudiar casi todas las arterias del aparato circulatorio, incluidas las cerebrales, renales, coronarias o pulmonares.

Resulta muy útil para detectar:

  • obstrucciones arteriales provocadas por placas de ateroma, coágulos sanguíneos o por el engrosamiento de las paredes de los vasos.
  • dilataciones anómalas de las arterias (aneurismas), muy importante para evitar graves hemorragias internas.
  • roturas de vasos.
  • indirectamente, se puede detectar la presencia de un tumor cuando la forma de un vaso es anormal o parece que están siendo comprimidos.
  • cómo está irrigado un tumor: determinar el patrón de flujo sanguíneo de un tumor es de vital importancia de cara a su posible extirpación quirúrgica.
  • es útil para destruir un tumor mediante la técnica de embolización: consiste en bloquear las arterias que alimentan a un tumor para que “muera” por falta de irrigación.

¿Cómo se realiza la prueba?

El paciente deberá haber respetado un ayuno, tanto sólido como líquido, de entre cuatro y ocho horas. No podrá llevar joyas ni otros objetos metálicos que puedan interferir en el estudio radiológico.

Antes de comenzar la prueba, se le podrá administrar un sedante suave que le ayude a relajarse y a no sentir ningún dolor. Se le depilará y desinfectará la zona donde se vaya a proceder a inyectar el contraste.

El paciente se tumba en una camilla de rayos X. La inyección de la sustancia de contraste se realiza mediante la inserción de un catéter en el punto de acceso adecuado según el vaso a estudiar. Estos puntos son tres: vasos del brazo, vasos del cuello o vasos de la ingle.

El contraste irá corriendo a través de la vía. Pasado un tiempo estipulado, comenzaran a obtenerse imágenes de su paso, cada pocos minutos, que darán información suficiente para establecer un diagnóstico. El proceso puede durar entre una y tres horas, tiempo durante el cual el paciente debe mantenerse inmóvil para evitar imágenes borrosas.

Una vez finalizada la prueba, se le extrae el catéter y se le aplicará presión durante unos minutos. En el caso de cateterismos inguinales, se deberá mantener la pierna inmóvil durante unas horas para asegurar el cierre de la vena, de no ser así podría provocarse una hemorragia importante.

¿Existen riesgos?

La mayor parte de riesgos que pueden darse mediante la angiografía, son derivados del mecanismo de punción mediante cateterismo. Puede ocurrir que aparezcan signos de infección, dolor o hemorragia en la zona de la punción. El grado de importancia de la hemorragia es diferente según la zona en la que se ha actuado (p.e., la zona inguinal es más delicada, por ello se ha de mantener al paciente en reposo durante una hora hasta que cierre). Otros riesgos, aunque poco probables, son la aparición de lesiones en los vasos sanguíneos o la formación de coágulos en la zona de punción.

Por último, siempre que se utilizan medios de contraste se ha de tener en cuenta la posibilidad de aparición de reacciones alérgicas, las cuales pueden cursar con sensación de picazón o, en casos más extremos, dificultades respiratorias.

Casos en los que está contraindicada esta prueba:

  • pacientes con trastornos de coagulación.
  • mujeres embarazadas.
  • pacientes con historial de reacciones alérgicas a sustancias de contraste.
  • pacientes con enfermedad renal, respiratoria o con alergias medicamentosas.

Aún así, si se considera de extrema necesidad realizar esta prueba, se podrá llevar a cabo aunque extremando las precauciones.

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